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La película (**)
Bichunmoo narra el trágico romance entre Jinha, hijo de un inmigrante
Koryo y gran guerrero maestro de una poderosa técnica de artes
marciales conocida como Bichun, y Sullie, que es hija ilegítima
del general mongol Taruga, en la China medieval del siglo XIV. Esta época
estuvo marcada especialmente por fuertes conflictos raciales entre mongoles,
los Han de China y los inmigrantes Koryo. Cuando muere la madre de Sullie,
su padre, el comandante Taruga, decide llevársela a Sohung. Cuando
Jinha decide ir en su búsqueda, desafiando al general mongol para
recuperar el amor de su hija, es atacado por unos asesinos y rescatado
por Junkwang, que resulta ser hijo de un noble Han, protegido por la
corte imperial Yuan, y casualmente también el prometido oficial
de Sullie. Ésta consigue escapar con Jinha, pero Junkwang y Taruga
les tienden una emboscada, y Jinha es malherido. Milagrosamente, consigue
sobrevivir, convirtiéndose en el asesino Jahalang, el cual matará a
Taruga y sumirá en un caos a la casa de los Junkwang. Sin embargo,
la relación entre ambos amantes parece estar abocada a un fin
trágico...
Bichunmoo, en su momento la cinta más cara del cine coreano,
está basada en un cómic coreano bastante popular en los
años 80, y que llega a nuestro país con tres años
de retraso. Se trata de otro ejemplo de película de artes marciales
en la que la aparatosidad de los efectos por ordenador cobra más
protagonismo del que es debido, en detrimento de la coherencia narrativa
y la calidad de las coreografías de luchas, que en este caso son
bastante pobres. La película adquiere tintes folletinescos en
su descripción de una muy trillada y carente del menor interés
relación de amor trágico entre el héroe y la dama
abocada a un matrimonio que le viene impuesto por su padre. De fondo,
la película intenta reflejar igualmente la conflictiva situación
histórica de la época, en la China regida por la Dinastía
mongol Yuan del siglo XIV, marcada por los cruentos conflictos entre
mongoles, los Han y los inmigrantes Koryo, que no son sino los antiguos
coreanos. De este modo se introduce un obstáculo de índole
racial entre ambos amantes, pertenecientes a mundos diferentes. La incorporación
del personaje Junkwang, dividido entre su lealtad y amistad hacia Jinha
por un lado y su obsesión por Sullie, añade un cariz dramático
bastante manido y del todo desafortunado en una historia que peca de
ser excesivamente larga para una historia tan tópica y, lo que
es peor, narrada con tal torpeza que el espectador no versado en el contexto
histórico reflejado en la película encontrará extremadamente
difícil seguir con facilidad la historia. Realmente uno tiene
la impresión de que el principal interés de los responsables
de esta película era epatar al público coreano con unos
efectos punteros ( pantalla azul, animación en 3D, cámara
de control de movimiento, "flow motion"... ) en aquel país bajo
el pretexto de narrar una historia de amor algo oportunista por las más
que obvias, aunque quizás casuales, concomitancias con Tigre y
Dragón, estrenada con un éxito arrollador en el mismo año.
Por desgracia, esta Bichunmoo es bastante inferior a la película
de Lee, no sólo en cuanto al tratamiento de personajes y desarrollo
de la historia, sino también en lo relativo a las coreografías
de lucha.
Artes Marciales (**)
Y es que Corea no termina por dar el salto definitivo.
Y no es por falta de talento, ni mucho menos. Personalmente pienso
que Corea podría
ser un digno rival de Hong Kong en el género de artes marciales,
ya que poseen los mismos medios y estrellas de un increíble
nivel técnico (no hay más que pensar en Wo Jin, uno de
los mejores y más espectaculares pateadores que haya dado el
cine de artes marciales moderno). Sin embargo, y hasta el momento,
parece que el cine coreano ha preferido centrarse en aventuras espectaculares
donde los efectos digitales terminan por acaparar todo el protagonismo,
como es el caso de Volcano High School o Bichunmoo.
El responsable de las violentas pero en última instancia para
nada destacables coreografías de esta película es Ma
Yuk-Sheng, un protegido del gran Ching Siu-Tung, uno de los mejores
coreógrafos del cine de artes marciales, junto a Yuen Woo Ping,
Corey Yuen o Lau Kar Leung. Sin embargo, las coreografías de
esta película basan su espectacularidad en el uso o abuso de
cables, efectos por ordenador y bonitos efectos. Personalmente no estoy
en contra del uso de tales efectismos, siempre y cuando sirvan de complemento
a la labor de coreógrafos y actores que a la vez sean expertos
artistas marciales. En esta película, sin embargo, tales efectos
no hacen sino oscurecer la patente pobreza marcial de los actores protagonistas,
especialmente un muy mediocre Shin Hyeon-jun que no termina por resultar
convincente en su papel del experto en artes marciales Jinha. Las peleas
manipuladas y trucadas consiguen camuflar parcialmente las limitaciones
de los actores, sin embargo incluso si pasamos por alto dichas limitaciones,
ni siquiera resultan todo lo espectaculares que pretenden ser, lastradas
por un componente fantasioso muy heredero del anime que no termina
por cuajar ni siquiera en el contexto de una película que bebe
de la rica tradición del wu xia como ésta. En
definitiva, como película de artes marciales Bichunmoo es un
producto carente del menor interés y que sólo atraerá a
aquellos que prefieran ver hazañas espectaculares e irreales
en detrimento de la calidad en la planificación, rodaje y ejecución
de los movimientos marciales.
Lo mejor :
la secuencia de ataque inicial.
Lo peor : la historia, planteada como un muy típico
y confuso culebrón
histórico.
Calificación Final : **
Luis Fernando
Rodríguez Romero
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