Blood+

Sorprendió en 2005 encontrarnos al compositor norteamericano Mark Mancina componiendo la banda sonora de una serie de animación japonesa (¿es que no tenía bastante trabajo componiendo para el cine de Hollywood?)  Sorprendió también asimismo (o por lo menos a mi sí me sorprendió) que la producción musical viniera por parte de Hans Zimmer, de quien bien recordado es el enfrentamiento entre ambos compositores años ha por la autoría del tema principal de Amor a quemarropa (True Romance), de Tony Scott, firmado por Zimmer, pero que Mancina afirmaba era totalmente suyo. Pues bien, parecía que las viejas rencillas habían quedado enterradas ya que incluso, si leemos las notas que aparecen en el CD, fue el mismísimo alemán quien aconsejó y animó a Mancina para que embarcase a Japón y trabajase en este proyecto.

A decir verdad, su trabajo para la serie Blood+, de manos de uno de dos de los estudios de animación japoneses más prestigiosos, Production I.G., junto con Aniplex, supuso un soplo de aire fresco en la alicaída carrera de Mark Mancina que, tras un arranque prometedor en proyectos como Speed o Twister, en los últimos años parece andar dando tumbos en mediocres películas como Shooter o Haunted mansion.

En Blood+ se  nos cuenta la historia de una adolescente, Saya, quien, no lo recuerda, pero está destinada a combatir a terribles monstruos que se dedican  a chupar sangre humana ya que su propia sangre es la única que puede matarlos. A lo largo de 50 episodios iremos conociendo nuevos personajes: su padre y hermanos adoptivos, los miembros de una organización llamada Escudo Rojo, Haji, un silencioso hombre que se dedica a protegerla, Diva, su gran enemiga y a la que sólo ella puede vencer, los acólitos de ésta, oscuras organizaciones…

Para Blood+, Mark Mancina compone una amplia y variada colección de leit-motivs dedicada a los personajes y situaciones principales. Es palpable que el compositor se sintió cómodo a la hora de componer y nos regala una colección de temas bastante inspirados, con predominio en muchas ocasiones del sintetizador frente a la orquesta, la cual se nota no muy amplia, tal vez para no sobresalir en exceso por encima de las imágenes. Suele ser habitual en las series anime el reciclar temas para distintas situaciones. Con bastante probabilidad, el director de la serie encargó al compositor la elaboración de una larga colección de temas para, de este modo, poder disponer de una librería musical a la que echar mano en las escenas de los sucesivos capítulos en los que hiciera falta.

Es habitual que las series de animación japonesas tengan varios discos con la banda sonora y canciones comerciales como un elemento más de promoción y merchandising de estas series. Por suerte para nosotros, los aficionados a la música de cine, contamos no con uno sino con dos CDs que contienen exclusivamente la música compuesta por Mancina, dejando de lado las canciones pop habituales en los créditos de inicio y finales. También, como suele ocurrir, el primer disco suele ser más interesante que el segundo, pero aún así, el escuchar ambos merece ampliamente la pena.

Pasando a comentar ya los temas del disco, el primero de ellos es el dedicado a Saya, la protagonista. El primero de los CDs arranca con este tema en una vibrante versión heroica, aunque en la mayoría de las variaciones en las que lo escuchamos se convierte en un motivo más bien calmado, triste y melancólico, buscando expresar las dudas y preocupaciones del personaje.  También para Saya tenemos otro tema que podemos encontrar en el corte Saya’s Love. Se trata de un leit motiv de nuevo melancólico y de tono afligido interpretado únicamente a piano. Aunque en el título del corte aparezca la palabra “Love” es empleado para múltiples momentos de drama por parte de los personajes.  Para el bando de los “buenos” aún podemos encontrar un nuevo motivo, en este caso un agradable tema alegre y optimista que acompaña los momentos más positivos de los protagonistas.

Si nos volcamos en el lado de los villanos de la historia, encontramos que Mancina también se ha concentrado en componer un tema que acompañe los ataques y combates contra los monstruos chupasangres, tratándose en este caso, como no podía ser de otra forma, de un leit motiv mucho más oscuro, agresivo y amenazador. Los momentos de acción son reforzados por variadas y rítmicas composiciones, con predominio de sintetizador en muchos casos, detalle ya comentado previamente.

Es curioso comprobar cómo en el corte Blood+ Grand Theme del primer CD nos encontramos con un motivo grandilocuente muy zimmeriano que resulta imposible no nos recuerde al tema de La roca o Marea roja. El pasado vinculado a Hans Zimmer de Mark Mancina pesa en este corte, por el estilo de composición y la estructura de la melodía.

Como estamos viendo, son muchos los  leit motivs que ha compuesto Mancina para abarcar la gama de personajes de la serie (práctica cada día menos frecuente en el cine americano, la verdad). Sin embargo, hemos dejado para el final el que es el plato fuerte de la banda sonora. El tema de Diva, la villana de la historia. Este tema es sin lugar a dudas el más importante de todo este trabajo, no sólo porque acompañe a las andanzas del personaje sino porque desempeña un papel muy importante en la historia. En la serie, Diva se identifica por una canción que ella canta (de ahí su nombre) y que ejerce una influencia negativa en muchos de los que le rodean. La composición de Mancina aquí juega un papel determinante en la historia, el personaje canta esta canción y ésta se convierte en el centro y protagonista de lo que está sucediendo. A lo largo de los dos CDs podemos encontrar variaciones instrumentales sobre dicho tema, pero es en el último corte del primer disco donde podemos escuchar la canción en toda su plenitud, rebosante de fuerza y energía de la boca de una cantante soprano (como complemento, el último corte del segundo disco contiene este corte en versión instrumental). Se trata de un tema espectacular, poderoso que revela un talento en Mancina que parece desaparecido  en los últimos años.

Como conclusión a todo esto, podemos afirmar que con Blood+ Mark Mancina ha realizado un muy buen trabajo, muy trabajado, variado en lo melódico, hábil en los temas de acción y sensible en los momentos calmados y con un gran tema protagonista, espectacular y potente como es el de Diva que hace pensar que aún hay posibilidades con Mancina si trabaja en los proyectos adecuados y con libertad creativa.

Lo mejor: El corte Diva, último del primer disco.

Lo peor: El tufillo zimmeriano-marea roja-la roca del corte Blood+ grand theme

El momento: por no repetir el corte de Diva, citar el enérgico comienzo del disco, con el track Saya’s victory.

Felipe Múgica