The Promise

Portada The Promise Compositor: Klaus Badelt
Fecha de edición: 30 de diciembre de 2005
Duración: 73:40 minutos
Discográfica: Epic Records
Muy bueno

Tras la fallida experiencia americana (Killing Me Softly) y la más modesta Together, Chen Kaige parece haber querido volver con esta película al género de la superproducción épica que tan buenos resultados le había proporcionado en el pasado (Adiós a mi concubina, El emperador y el asesino...). The promise se convierte en la película más cara de la historia del cine chino con un presupuesto de 35 millones de dólares, destinados en buena parte a la gran cantidad de costosos efectos especiales que ilustran el film. Para tratar de obtener el mayor rendimiento comercial se ha recurrido a algunas de las mayores estrellas del cine asiático y no solo de China: el japonés Hiroyuki Sanada (El ocaso del samurai, The ring), el coreano Dong-Kun Jang (Lazos de guerra) o los hongkongeses Cecilia Cheung y Nicholas Tse. La película en su China natal parece haber respondido a las expectativas de cara a la taquilla, sin embargo, en lo artístico el resultado ha sido bastante desigual: mientras el film representa un magnífico espectáculo visual, con un excelente diseño de producción, ambientación, paisajes e interpretaciones, en su debe tiene una historia, que pese a su excelente comienzo, se pierde en su última media hora, y unos efectos digitales bastante mediocres para los estándares a los que estamos acostumbrados en el cine americano. Al margen de esto, su argumento, más cercano a la fantasía de tono poético que a las aventuras de artes marciales al estilo Tigre y dragón o Hero, seguramente provoque una tibia recepción por parte de los espectadores occidentales.

Si hay algo que sobresale en la lujosa producción de esta película es su música. Tal vez con el objetivo de aumentar la comercialidad del film en occidente o quizás para tratar de proporcionar un aire de prestigio al proyecto se ha recurrido a la labor de un compositor occidental que, pese a su nacionalidad alemana, se encuentra plenamente integrado en el sistema de producción hollywoodiense, Klaus Badelt. Elección en un principio inesperada pero que no resulta tan sorprendente teniendo en cuenta que ya son varios los compositores occidentales los que han accedido a trabajar en producciones asiáticas (así Steve Jablonsky para Steamboy o Trevor Jones en Aegis, con excelentes resultados en ambas ocasiones).

Sin duda, Badelt ha visto en el proyecto una excelente ocasión para dar rienda suelta a todo su talento, demostrado en producciones como K-19 o Ned Kelly, dentro de una carrera de una irregularidad preocupante. Y de este modo, con The promise, Badelt nos ofrece el que probablemente sea el mejor trabajo de su carrera, una majestuosa composición sinfónica, desbordante en belleza, lirismo y riqueza melódica. Badelt ha contado aquí con una absoluta libertad a la hora de afrontar la composición; al frente de la Orquesta Sinfónica de China, ofrece un trabajo plenamente orquestal, totalmente alejado de los clichés Mediaventures y de los clónicos de Hans Zimmer (que ya lastraban algunos momentos de K-19). The promise es un trabajo extenso y tremendamente elaborado; la presencia de la música en la película es casi constante y acompaña las acciones, paisajes y personajes de manera ejemplar reforzando las poéticas imágenes realizadas por Chen Kaige.

La partitura se articula principalmente en torno a tres temas que identifican a los tres personajes centrales de la historia, que viven una apasionada historia de amor a tres bandas. El primero de ellos se puede considerar el tema de amor propiamente dicho del film, aunque también se recurre a él para identificar al personaje de la princesa Qingcheng. Se trata de un suave tema, delicado, de gran belleza que aparece acreditado en el disco como el corte número tres. El tema se emplea tanto para los momentos románticos de la historia como para aquellos en los que la princesa ocupa un lugar central en la acción (así el rescate de la jaula en la que el esclavo Kunlun lleva a la chica volando como si fuera una cometa).

El segundo de los temas sería el destinado al general Guangming, señalado en el CD como el corte número 6. Aquí lo escuchamos en su versión más marcial y poderosa mostrando el orgullo y el poder del personaje; esta versión aparece en sus momentos más gloriosos, sin embargo, se emplea para acompañar sus acciones en diferentes versiones más suaves o con diferentes instrumentaciones mostrando las dudas y las derivas del personaje.

El tercero de los temas es el dedicado al esclavo Kunlun, humilde, pero a la vez noble y dotado de una extraordinaria velocidad. Estas características, su nobleza y su humildad, son las que denota su melodía, que al igual que con el tema del general, acompaña las vicisitudes del personaje en diferentes tonos y que en el corte número 4 se muestra en su versión más espectacular. La identificación entre estos tres temas y sus personajes es tal que a lo largo de la audición del disco podemos identificar en todo momento cual de los tres caracteres es el descrito, cual es el protagonista en cada instante y si vive un momento memorable o si por el contrario sufre especialmente.

Otros temas de menor relevancia en la composición serían el que abre el disco, Freedom of the Wa (aunque en la película aparece en los créditos finales), una hermosa canción interpretada por Hang Yue de tonos new age, aunque de sonido plenamente sinfónico, que no desentona con el resto del disco; y la música del Main title (corte segundo), un tema de reminiscencias al Badelt de K-19, de aire sombrío y pesaroso.

Al margen de los temas centrales de la banda sonora, hay que detenerse también en los momentos incidentales. Los instantes de acción de la partitura son majestuosos y espectaculares, de hondo contenido épico, obteniendo Badelt el máximo partido posible de la orquesta, así en cortes como el 17, Stampede o el largo segmento final, de 10 minutos de duración, Wuhuan's Plan. El tono general de la composición es de aire occidental, aunque en varios momentos se recurre a instrumentación oriental, como por ejemplo, con el empleo de tambores taiko.

La conclusión final es la de que nos encontramos ante una banda sonora arrolladora, pletórica, plena de lirismo y de fuerza, que dota al film al que pertenece de buena parte de la espectacularidad pretendida. Más de 70 minutos de música radiante que suponen un punto álgido en la carrera de Klaus Badelt, un espléndido trabajo que es difícil que vuelva a igualar y quien, mucho nos tememos, cuando vuelva a sus trabajos en Estados Unidos recurrirá de nuevo a los sonidos electrónicos y a los típicos sonidos prefabricados de la factoría Zimmer.

Lo mejor : el lirismo, la fuerza y el sinfonismo arrollador de la banda sonora. 73 minutos sin desperdicio alguno.

Lo peor : practicamente nada.

Felipe Múgica








  Tracklist:

1. Freedom of the Wa (2:40)
2. Wuji - Main Theme (3:45)
3. Love Theme (2:13)
4. Kunlun, The Slave (1:48)
5. Qingcheng, The Princess (1:22)
6. Guangming, The General (1:07)
7. Wuhuan, The Duke (1:53)
8. Princess Kite (5:03)
9. The Promise (5:22)
10. Snow Country (4:32)

11. The Robe (8:04)
12. Save The King (4:00)
13. Guilang, The Assassin (2:24)
14. Saving a Princess (3:17)
15. Feather Fight (2:04)
16. Waterfall (2:44)
17. Stampede (4:45)
18. Come Back (4:28)
19. Birdcage (1:53)
20. Wuhuan's Plan (10:20)



Created 18.09.2004. Page last updated 09.02.2006
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