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1. " Jet" Li: Currículum de un virtuoso del Wushu
1a. Introducción
Mi primer contacto con el cine de artes marciales
se remonta a mi más
tierna infancia, cuando devoraba con fruición aquellos entrañables
clásicos protagonizados por el sin par Bruce Lee y, más
tarde, los "Tres Dragones" ( Sammo Hung , Yuen Biao y Jackie
Chan ). Para ser sinceros, por aquel entonces, como cualquier otro
niño, era fácilmente impresionable, y cualquier acróbata
con notables cualidades físicas hubiera provocado en mí un
efecto similar de ensimismamiento. Disfrutaba de las piruetas y las escenas
de lucha con la ingenuidad característica de un neófito
en la materia, sin ser realmente consciente del grado de maestría
y talento mostrados en las mismas. Ni siquiera sabía quiénes
eran los que actuaban en dichas películas.
Cuando cumplí los ocho años, comencé a
practicar, si bien con reticencia, el arte del karatedô .
Lo que empezó para
mí como una simple actividad "deportiva" acabaría convirtiéndose,
más tarde, en toda una pasión que me inspiraría
y guiaría hasta el día de hoy. A medida que iba avanzando
en mi práctica de karatedô pasé por unos años,
los de mi adolescencia, en los cuales el cine clásico de gongfu ( kung
fu ) dejó de interesarme, a favor de los típicos
productos de acción made in USA protagonizados por Chuck
Norris , y, muy especialmente, Jean-Claude Van Damme . Por
aquel entonces, recuerdo que el cine de gongfu me resultaba aburrido,
especialmente por aquellas largas, interminables coreografías
de lucha que me parecían tan poco "realistas" de cara a un enfrentamiento "real".
En realidad, seguía siendo incapaz de apreciar y por tanto valorar
la rapidez, coordinación y exuberante exhibición técnica
de la que hacían alarde sus protagonistas. Por el contrario, el
cine americano me resultaba mucho más entretenido y apasionante.
En concreto, Van Damme se había convertido en mi primer ídolo
de referencia del cine de artes marciales. Admiraba la elasticidad, la
fuerza y las vistosas patadas de las que hacía buen uso en sus
películas y, en la ingenuidad propia de la edad, anhelaba convertirme
en un luchador igualmente experto.
Debo añadir, no obstante, que desde que empecé a tomarme
en serio el estudio de las artes marciales, siempre me he sentido muy
atraído por el componente espiritual de las mismas, el cual siempre
ha estado presente en el enfoque de mi práctica personal. Por
ese motivo también encontraba satisfacción e inspiración
en productos de índole más filosófica tales como
la trilogía de Karate Kid , la mítica serie Kung
Fu y otros productos también protagonizados por David Carradine ,
tales como esa obra maestra de culto que es Círculo de Hierro ( The
Silent Flute ). Siempre he considerado que el verdadero maestro
de artes marciales no es sólo aquél que sabe utilizar las
técnicas "aprendidas" para defenderse con éxito en situaciones
de peligro, sino también aquél que ha alcanzado un alto
grado de desarrollo ético y espiritual, lo cual me puso en contacto
con disciplinas internas tales como el budismo Zen o la meditación
taoísta.
Posteriormente aparecerían otras figuras representativas del
género tales como Michael Dudikoff , Jeff Wincott , Jeff
Speakman , David Bradley , Mark Dacascos o, principalmente, Steven
Seagal , el cual supuso para mí todo un soplo de aire fresco
cuando "Los Músculos de Bruselas" parecía haberse estancado
en rutinarios y aburridos productos de acción carentes del más
mínimo interés desde el punto de vista de las artes marciales.
No hacía mucho que había decidido orientar mi práctica
al aikidô , por lo cual Seagal se convirtió en
mi nueva estrella predilecta del cine de artes marciales. Independientemente
de hasta qué punto sus películas contribuyen o no a difundir
el verdadero espíritu del arte, es decir, aquél promovido
por su fundador, Ô Sensei Ueshiba Morihei , me resultaba
fascinante descubrir cómo todas y cada una de las técnicas
que aprendía y practicaba con regularidad podían aplicarse
en un enfrentamiento real de manera tan fulminante. Y, por qué no
decirlo, disfrutaba enormemente con los papeles de "duro" a los que Seagal nos
tiene acostumbrados en sus películas.
Un buen día, algo sucedería que cambiaría por completo
mi visión del cine de artes marciales y que provocaría
mi vuelta incondicional al cine del que tan vagos recuerdos tenía
de mi niñez. Aún recuerdo como si fuera ayer aquella tarde
de sábado en el "difunto" Virgin de la calle Sierpes de Sevilla.
Mientras paseaba por la sección de películas, encontré en
uno de los monitores para uso del público algo que me llamó poderosamente
la atención. Sin pensármelo dos veces, cogí los
auriculares y empecé a ver la película, y para cuando hube
terminado de verla, la impresión fue tan profunda que provocaría
un gradual aunque imparable regreso al fascinante cine made in Hong
Kong . Allí estaba, una película china de gongfu pero
tan distinta a todo lo que recordaba de mi infancia. La dirección
me resultaba innovadora, así como también las imaginativas
coreografías, las cuales, en ocasiones, desafiaban las leyes de
la gravedad. Pero no sólo destacaban las coreografías,
sino cómo estaban rodadas... el resultado era algo vibrante, frenético,
espectacular... ensalzado por una preciosa banda sonora y... sí,
por supuesto... lo que más me llamó la atención
fue el actor que interpretaba al personaje protagonista. Se movía
con una rapidez inaudita, sus movimientos eran gráciles, muy estéticos,
y al mismo tiempo coordinados, precisos y efectivos. A diferencia de
los típicos productos americanos a los que me había acostumbrado
en el pasado, en aquella película las artes marciales ya no se
reducían principalmente a una mera exhibición de músculos,
brutalidad y testosterona. Había un elemento ético, muy
espiritual, en el personaje protagonista que me llamó la atención
poderosamente. Las coreografías tampoco se reducían ya
a una sucesión de simplistas intercambios de bloqueos y golpes
distribuidos en secuencias de dos o tres movimientos editados de manera
confusa y torpe, sino que ofrecían toda una rica paleta de interminables
posibilidades que dejaba en evidencia hasta qué punto, a la hora
de filmar escenas de lucha, el cine de Hong Kong estaba (y aún
hoy día lo está) a años luz del resto del mundo. Por aquel
entonces ya había decidido centrar mi práctica en el estudio
del taiji quan ( t'ai chi ch'üan ), y ciertamente
era algo natural encontrar en personajes como aquél, con su visión ética,
espiritual y humanista de las artes marciales, un invaluable modelo de
referencia e inspiración. La película en cuestión
se llamaba Érase una Vez en China , y el actor protagonista
no era otro sino "Jet" Li .
Desde aquel momento, empecé a adquirir todo lo que encontraba
que estuviera protagonizado por aquel virtuoso de las artes marciales,
y aquello no fue sino el principio. Por un lado, me permitió descubrir
a otros nuevos maestros del cine de artes marciales de Hong Kong tales
como Donnie Yen , Chiu Man Cheuk, Wu Jing y, por otro,
me permitió redescubrir a maestros del pasado como Gordon Liu , Hwang
Jang-lee , Tan Tao-liang , Phillip Ko , John Liu,
Yasuaki Kurata , Jack Long , Lau Kar-leung o Sammo
Hung , a los que había visto en películas siendo muy
niño. Y, en aquel momento, el cine de gongfu se convirtió en
mi verdadera vocación y pasión, no sólo la nueva
ola auspiciada, en muy buena parte, por esa obra maestra que es Érase
una Vez en China , sino también el glorioso cine de los 80
e incluso el de la "Vieja Escuela". Aquellas viejas y entrañables
películas de gongfu que una vez me aburrieran, de repente
se convertirían en una fuente interminable de satisfacción
y regocijo, hasta tal punto que, desde entonces, no he dejado de "devorar" este
tipo de cine.
Es fruto de mi amor hacia este género y con motivo del estreno
en occidente de la que ha sido anunciada como "su última película épica
de artes marciales", que decidí elaborar el presente estudio dedicado
a una de las estrellas más importantes del cine asiático
y, sin lugar a dudas, uno de los artistas marciales más importantes,
carismáticos y prodigiosos que haya dado el cine de género: "Jet" Li .
Sirva este estudio, igualmente, como un merecido tributo personal a dicho
género, así como también a todas y cada una de las
figuras que han contribuido a su crecimiento y consolidación durante
el transcurso de las últimas cuatro décadas.
1b. Breves apuntes biográficos
"Jet" Li Lianjie nació un 26 de abril de 1963 en Beijing
(Pekín). Respecto a su nombre, conviene apuntar que, tal y como
es costumbre en China, el primer carácter, "Li" es el apellido,
mientras que "Lianjie" es el nombre elegido por sus progenitores. Dicho
nombre, a su vez, está constituido por dos caracteres. El primero
de ellos, "Lian", es el denominado "nombre generacional", y como tal
está compartido por todos los hermanos de la familia, mientras
que el segundo, "Jie", es su nombre propio exclusivo, cuyo significado
es "festival". La elección del nombre para un recién nacido
en China es una de las decisiones más importantes que deben afrontar
los padres, de ahí que, meses antes del nacimiento, sea frecuente
la consulta de diccionarios, amigos e incluso especialistas para asegurarse
de elegir el nombre perfecto para su bebé. Factores relevantes
que son considerados para tal fin son la fecha de nacimiento, genealogía,
el significado del nombre, y por supuesto el género del recién
nacido. Esto implica que, aunque el número de apellidos utilizados
en China constituya un conjunto relativamente reducido, en lo que atañe
al nombre escogido las posibilidades son prácticamente ilimitadas,
al venir determinado por un conjunto muy amplio e inabarcable de factores.
En lo que atañe al origen de su apodo artístico, "Jet",
el actor explica que, tras el estreno de su primera película,
una compañía filipina compró los derechos de distribución
y, a efectos de marketing , pensaron que "Lianjie Li" era demasiado
complicado de pronunciar y llegaron a la resolución de que debían
utilizar un nombre con gancho a efectos publicitarios. Cuando uno de
los empleados comentó que la carrera de la nueva estrella de las
artes marciales era como un avión con un gran motor, muy rápido
y potente, encontraron la solución a sus problemas, y decidieron
utilizar la palabra "jet" (fonéticamente similar a su nombre "jie")
en clara analogía entre este tipo de máquinas y la prometedora
carrera de aquel prodigio del wushu .
" Jet" Li , cuyo padre murió dos años después
de su nacimiento, fue criado por su protectora madre, la cual lo mantenía
alejado de cualquier tipo de actividad que entrañara algún
riesgo (¡incluso montar en bicicleta!), hasta convertirse en un
hijo modelo que obtuvo excelentes resultados académicos en la
escuela primaria Changqiao . Cuando el programa obligatorio de
educación física del gobierno comunista le asignó al
pequeño Li , de manera absolutamente aleatoria, la
práctica de la disciplina de wushu , éste comenzó a
practicar en la Academia de Artes Marciales de Beijing con tan sólo
ocho años de edad.
Llegados a este punto es necesario matizar que, pese a que las artes
de lucha chinas han pasado a ser conocidas en occidente como kung
fu ( gongfu ), realmente no se trata del término más
apropiado, y su difusión no es más que fruto de un desafortunado
error en la traducción de frases tan comunes en películas
chinas de artes marciales como "tu kung fu es bueno, pero el
mío es mejor". La palabra kung fu hace referencia al grado
de maestría al que se llega en una determinada arte, ya sea lucha
o caligrafía, o carpintería. Evidentemente, un maestro
de artes marciales ha adquirido un buen kungfu , de ahí que
dicho vocablo se confundiera con el término técnico exacto
para referir a lo que realmente se denomina wushu . Y aunque muchas
personas asocian hoy día esta palabra con una práctica
deportiva auspiciada por el gobierno comunista, la palabra wushu signfica
precisamente "arte de lucha", y de hecho ya se encuentran referencias
a este término en un poema de Yan Yanzhi (384-456) de la
dinastía Song . Pese a todo, tanto la televisión
como el cine optarían por tomar el término kung fu para
designar las artes marciales chinas, estandarizándose y acomodándose
al idioma occidental especialmente durante la transmisión de la
famosa serie televisiva Kung Fu , protagonizada por David Carradine .
Probablemente dicho término les resultaría mucho más
comercial y atractivo a efectos de marketing , y hasta tal punto
se ha asentado en la cultura popular que es muy poco probable que llegue
a ser sustituido algún día por el término correcto, wushu .
Las artes marciales chinas, agrupadas por tanto
bajo el genérico
término de wushu , pueden dividirse en varias categorías
según diversos criterios. Por ejemplo, hay estilos internos como
el taiji quan o el bagua quan , en los que se da prioridad
al cultivo de energía o qi en los tres dan tien del
cuerpo y a su estimulación a través de los canales o meridianos
que circulan por el cuerpo, por medio de varias prácticas de qigong ;
por el contrario, estilos externos como por ejemplo hung gar dan
prioridad al trabajo con el cuerpo físico concreto para desarrollar
fuerza, resistencia y velocidad. Al mismo tiempo, las artes marciales
chinas suelen dividirse en dos grupos según su procedencia. De
este modo, los estilos procedentes del templo de Shaolín del norte
están caracterizados por una mayor abundancia de técnicas
de piernas, y resultan más espectaculares y fluidos, mientras
que los estilos de Shaolín del sur se centran más en técnicas
de puño y hacen más hincapié en desarrollar una
buena base por medio de posturas más bajas. En cualquier caso,
la riqueza de las artes marciales chinas es tan abrumadora que realmente
no siempre es conveniente recurrir a simplistas criterios taxonómicos
para describir un determinado estilo, como se verá más
adelante.
Volviendo al tema que nos ocupa, gracias a su esfuerzo y un don natural
para el arte del wushu , "Jet" Li no tardó en despuntar
como una joven promesa que competiría en torneos nacionales representando
a China en todo el mundo. Con tan sólo nueve años, ganó con
distinción el primer torneo nacional de wushu celebrado
desde la "Gran Revolución Cultural del Proletariado", y como consecuencia
de su potencial, el gobierno decidió eximirle de asistir a la
escuela de educación general de manera que pudiera centrarse exclusivamente
en su carrera como practicante de artes marciales en la academia de Beijing.
El entrenamiento era tan severo que el propio Jet llegó a
practicar durante todo un día con una fractura en el pie por temor
a la recriminación en el caso de ir a quejarse a su entrenador.
1974 sería un año importante en la carrera deportiva de Li
Lianjie . En primer lugar, entraría a formar parte del prestigioso
equipo de wushu de Beijing, teniendo el honor de ser escogido
para una demostración oficial de combate ante el presidente Nixon en
la propia Casa Blanca. Se cuenta que, tras finalizar la demostración,
el presidente le preguntó al joven Li si le gustaría
trabajar en el futuro como su guardaespaldas particular, a lo que el
muchacho respondió tajantemente que no, ya que su deseo para aquel
entonces no sería otro sino defender a sus compatriotas chinos.
Esto no hacía sino reflejar el tipo de educación de la
China comunista, que alentaba respuestas de tal fervor nacionalista incluso
en jóvenes de tan corta edad. En segundo lugar, y con tan
sólo 11 años de edad, "Jet" Li compitió por
vez primera contra adultos de 20 e incluso 30 años en los Campeonatos
Nacionales de Wushu , convirtiéndose en campeón
de toda China y ganando dichos campeonatos durante un total cinco años
consecutivos, desde 1974 hasta 1978. Durante dichos campeonatos, "Jet" Li obtuvo
un total de quince medallas de oro en diversas disciplinas, entre ellas
espada ancha o dao , lanza o qiang , rutinas de estilos
del norte como chang quan y sparring con otros contendientes.
Con semejante currículum , no es de extrañar que
este joven prodigio recibiera la distinción de "tesoro nacional" por
la República Popular China y acabara convirtiéndose en
entrenador nacional de artes marciales. Como practicante de wushu , "Jet" Li se
ha especializado en los siguientes estilos: chang quan (estilo
de Shaolin del norte que enfatiza técnicas de piernas, acrobáticos
saltos y movimientos rápidos y fluidos), dao (espada ancha), gun (bastón), fanzi
quan (estilo de boxeo que enfatiza el uso de técnicas de
bloqueo y dislocación de articulaciones o qinna ) , bastón
de tres secciones y pu dao (tipo de espada utilizada originalmente
por la infantería para cortar las piernas de los adversarios que
iban montados a caballo). Aparte, ha estudiado, algunos más en
profundidad que otros, varios estilos adicionales, como por ejemplo taiji
quan (estilos yang , chen , wu , sun ), xing
yi quan (un estilo interno como el taiji con abundancia
de movimientos rectos y lineales), bagua zhang (otro estilo interno
de carácter más circular y envolvente), jian (espada), qiang (lanza), zui
quan (boxeo borracho), tang lang quan (estilo de la mantis), ying
zhao quan (garras de águila), zui jian (esgrima borracha), shuang
dao (doble espada), hacha, espadas de gancho, látigo de nueve
secciones, maza, martillo, tridente, garrote, y otras inverosímiles
armas.
A los dieciséis años, Li decidió retirarse
del mundo de la competición a causa de una severa lesión
de rodilla para iniciar una fructífera e inigualable carrera como
actor de artes marciales que germinaría en el año 1979
con su célebre Shaolin Temple . En el siguiente
apartado proporcionaremos un breve análisis de todas y cada una
de las películas que conforman su destacable filmografía,
las cuales han permitido cimentar su posición como una de las
más grandes estrellas en la historia del cine de kung fu .
Luis Fernando Rodríguez Romero
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